
La circunstancia debía ser aprovechada para tratar de componer el mundo mi querido Pinky. Platicamos mucho, analizamos la situación de México ante sus infinitos problemas propiciados por todos y cada uno de sus habitantes. En mayor o menos medida, todos somos los culpables. Surgen planes, proyectos. Concordamos que se deben diseñar programas a mediano y largo plazo. Ejemplificamos casos, intercambiamos anécdotas y datos corroborables.
Nos mostramos descubrimientos vía Internet. Lanzamos mensajes a los contactos. Vemos películas en línea. Y la lluvia no para. A veces amaina, pero prefiero suponer que seguirá con la intensidad suficiente para no salir ni a la esquina. Algo de la fiaca de los días anteriores me hace pretextar el clima.
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