lunes, 26 de octubre de 2009

No, no hay duendes

Qué le vamos a hacer.
Eso sí, me contaron una anécdota sobre los trolls escandinavos. Dice así:
Los pueblos escandinavos eran endogámicos, o sea que dificilmente se relacionaban con otros pueblos, por lo que sus genes eran muy poco variados. El resultado de esa poca variación genética eran niños con retrasos mentales, con malformaciones genéticas y cosas por el estilo. Como matarlos así nomás habría sido una cosa gacha, aquellos que descubrían el mal de su hijo lo resolvían abandonando a la criatura en el bosque. Si el ser aquel sobrevivía, llevaba una vida salvaje. Como los casos eran muy frecuentes, aquellos que lograban establecerse en el bosque con su incapacidad y sus pocas luces a cuestas, se hacían cargo de los nuevos niños lelos que llegaban. se fueron haciendo así una especie aparte, mugrosos, descuidados, salvajes y cuando llegaban a los caseríos, solían hacer desmadres: mataban a las ovejas, robaban granos, destruían cercas y techos y un montón de tropelías.
Para mantener a raya la curiosidad de los niños sanos, comenzaron a contarles historias extraordinarias acerca de los retrasados aquellos dando como resultado el mito y las leyendas de los trolls.
¿Eh, como la ven?

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